Hasta el momento, Conrad Murray era el único culpable de la muerte de Michael Jackson. El médico había sido juzgado por homicidio involuntario y condenado a cuatro años de prisión. Sin embargo, el buen comportamiento le devolverá la libertad.
La reacción de la familia del artista no se ha hecho esperar. «Que salga de la cárcel en dos años es un insulto. Ellos (la familia Jackson) todavía sienten que debería haber sido juzgado por asesinato», dijo una fuente cercana al diario «The Mirror». Esta fuente señala que la madre del cantante es la más afectada por la próxima puesta en libertad de Conrad Murray. Katherine Jackson ha manifestado su disconformidad con la decisión judicial: «No es justo que yo no pueda volver a ver a mi hijo mientras su madre sí que puede», declaraba.
A esta repentina decisión se une la furia ante la negativa del médico de testificar en el juicio contra la productora AEG. Consideran que el médico podría aportar pruebas para demostrar que esta actuó de forma negligente contribuyendo a la muerte del artista. Según la familia, la productora habría contratado a Conrad Murray sin haber investigado al médico antes de contratarlo para garantizar la salud de Michael Jackson ante su vuelta a los escenarios. AEG, por su parte, mantiene que el «Rey del Pop» ocultó su problema con las drogas y, además, contrató personalmente a Murray.
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