A Quincy Jones no solo no le ha gustado el álbum póstumo de su amigo Michael Jackson, con quien trabajó en algunos de sus discos más memorables, sino que está convencido de que su lanzamiento al mercado cinco años después del fallecimiento del 'Rey del pop' responde a una cuestión estrictamente monetaria.
"Es por dinero", dijo en una entrevisrta de radio al ser preguntado por "Xscape", el álbum que el patrimonio del cantante, en conjunto con cinco productores musicales, lanzaron a la venta la semana pasada. "Están tratando de ganar dinero y lo entiendo. Todo el mundo está detrás del dinero, el patrimonio, los abogados", dijo el compositor de 81 años.
De momento, parece que están logrando su cometido, con el disco ubicado entre las primeras 25 canciones más vendidas en Estados Unidos, de acuerdo a Billboard, habiendo alcanzado incluso el número uno en el Reino Unido con el tema "Love Never Felt So Fine", interpretado por Jackson junto a Justin Timberlake.
Son unas declaraciones que llegan después de una demanda presentada por el propio Jones en el que reclama su parte en trabajos que hizo con Jackson y que vieron la luz tras la muerte de la estrella de Indiana en junio de 2009. De acuerdo con los documentos presentados en una corte de justicia de Los Ángeles, esos temas fueron remezclados y editados para alterar el trabajo realizado por Jones y que éste no pudiera cobrar su parte correspondiente.
Jones aprovechó la entrevista además para desmentir el hecho de que hubiera rechazado "Billie Jean" en su momento, como se dijo hace unas semanas al promocionar este nuevo disco basado en los archivos pasados de 'Jacko', una teoría que pretendía hacer hincapié en la cantidad de canciones que aún quedan por explotar en el repertorio del cantante. "Es una mentira que no sé dónde empezó", indicó el ganador de 27 premios Grammy.
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